martes, 24 de marzo de 2015

La Inquisición

La Inquisición fue un sistema judicial creado en la Edad Media, que tenía como finalidad velar por la ortodoxa Católica. Esta institución buscaba, procesaba y sentenciaba a las personas que la Iglesia creía culpables de herejía.
Al principio, la pena para aquellos considerados herejes era la excomunión. Con el reconocimiento del Cristianismo como religión estatal en el siglo IV por los emperadores romanos, los herejes comenzaron a ser considerados enemigos del Estado, sobretodo cuando causaban violencia y alteraciones del orden público. Agustín aprobó con reservas la acción del Estado contra los herejes, aunque la Iglesia en general desaprobó la coacción y los castigos físicos.


A diferencia de lo que la gente piensa, la inquisición no es una institución puramente Española, sino de carácter universal. Se estableció por el Concilio de Verona (Italia) en 1138. 

Empezó en 1231 con el Papa Gregorio IX, quien instauró dos tribunales que estaban en contra de las herejías. Luego, en 1478 los Reyes Católicos le pidieron al Papa Sixto IV que estudiara la posibilidad de instaurar los tribunales en España para proteger el ámbito social de posibles atentados contra la Fe. Sixto IV autoriza a los reyes Fernando e Isabel a nombrar inquisidores y en 1481 se produce el primer "acto de fe," donde fueron condenados a la hoguera 6 judíos, entre hombres y mujeres, en Sevilla.


En Francia, el Rey Enrique II instituyó la Cámara Ardiente. Una de las ejecuciones más crueles fue la quema de los estudiantes de Lausana. Napoleón abolió la Cámara Ardiente en España en 1808, pero fue restablecida en 1814 hasta 1834. 

En la ciudad de Toledo, entre 1575 y 1610, se pronunciaron aproximadamente 2000 sentencias, y aproximadamente 15 de ellas fueron penas capitales (ejecuciones).

Cómo procedía la Inquisición:



Este es el procedimiento según arteguias.com:

"Cuando la Inquisición medieval acudía a una localidad, solicitaba en primer lugar la colaboración de las autoridades civiles que, de negarse a prestarla, incurrían en la excomunión o el entredicho según el grado de desacato. Acto seguido, mediante un sermón, se proclamaba el Edicto de Fe y el Edicto de Gracia. Con el primero se obligaba a los residentes de la localidad en cuestión a delatar a los posibles herejes bajo pena de excomunión y el segundo prometía una pena ligera a quienes confesaran por propia voluntad. El procedimiento era metódico y no podía aplicarlo cualquiera. Clemente V estableció la edad mínima para ser inquisidor en cuarenta años y unas referencias intachables de inteligencia, responsabilidad e integridad.
"Cuando el tribunal inquisitorial hallaba presuntos culpables, daba hasta tres amonestaciones después del Edicto de Gracia. Estas advertencias eran pronunciadas por el párroco local durante el sermón del domingo. Si el aludido no se presentaba personalmente o por medio de un procurador, era declarado contumaz y excomulgado temporalmente, sanción que pasaba a ser perpetua si la ausencia excedía el año. Si se trataba de un sospechoso considerado peligroso por las autoridades inquisitoriales o un acusado de sacrilegio especialmente grave, se procedía a su búsqueda y captura. No era infrecuente entonces que las autoridades civiles se afanaran en arrestarlo para no ser acusadas de complicidad por la Iglesia.
"Una vez puesto ante el tribunal, el preso escuchaba la acusación formulada contra él pero nunca le eran mostradas las pruebas recogidas para sostener los cargos que se le imputaban. Tampoco solía conocer la identidad de quien lo acusaba, aunque, en Francia, existieron casos de jueces que no sólo revelaron el nombre del denunciante sino que, incluso, organizaron un careo entre las dos partes para determinar quién decía la verdad.
"Al acusado se le permitía exponer un alegato en su defensa mediante textos que podía traer previamente preparados. La recusación de un determinado tribunal era permitida mediante documento en el que se expusieran razonadamente los motivos de la reclamación que, a priori, podía llegar hasta el mismo Papa.
"El interrogatorio se hacía en presencia de algunas autoridades civiles, de los boni viri. El juez prometía al acusado el perdón si confesaba a tiempo y voluntariamente. Cuando esto no se producía, se podía llegar a emplear la tortura. La Inquisición comienza a aplicar el tormento a partir de 1243 en el Mediodía francés. El Papa Inocencio IV legitima su uso mediante la bulaAd extirpanda, de 15 de mayo de 1252.
"En principio la tortura era ejercida por civiles, pero los papas Alejandro IV en 1260 y Urbano IV en 1262, autorizaron la presencia de inquisidores durante las sesiones, quienes, además, estaban facultados para recoger las confesiones de la víctima ante notario.
"Las penas más leves eran de tipo espiritual o económico. Si el acusado se autoinculpaba, dependiendo de la gravedad de su dicho o acción, se le imponía un castigo basado en hacer un número determinado de rezos o un viaje de peregrinación. También el tribunal podía optar por una pena infamante y dictar que el reo compareciera el domingo descalzo en la iglesia donde se le imponían ropajes vistosos, normalmente de color escarlata, con una cruz amarillo limón cosida en el pecho y, a veces, también, en un sombrero del mismo color que debía llevar durante un período de tiempo estipulado. La sanción económica era la más grave dentro de las penas suaves y solía consistir en fuertes multas o en la confiscación de bienes, a veces con carácter temporal. La pena de muerte se ejecutaba en la hoguera y, en realidad, no era aplicada por la justicia inquisitorial sino por la civil. "Cuando un acusado era considerado irreconciliable con la Iglesia, la Inquisición lo entregaba a un tribunal civil a sabiendas de que iba a ser ejecutado."

Cómo terminó la Inquisición:

"El 15 de julio de 1834 María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, Regente de España durante la minoría de edad de la heredera al trono Isabel II, firmó el Real decreto por el cual se abolía definitivamente el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, una institución que había sido fundada por los Reyes Católicos en 1478.
Se ponía así fin a cuatro siglos de persecuciones, juicios y ejecuciones realizadas en nombre de Dios y que forman parte de la Historia negra de este país." (Alfred López).











Información obtenida de:


Alfred, López. "Tal Día Como Hoy Se Puso Fin a La Inquisición Española." Tal Día Como Hoy Se Puso Fin a La Inquisición Española. Web. 24 Mar. 2015. <http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tal-dia-como-hoy-se-puso-fin-a-la-inquisicion-espanola/>.

"Inquisición Medieval." Inquisición Medieval. Web. 24 Mar. 2015. <http://www.arteguias.com/inquisicionmedieval.htm>.
"La Inquisición." Banco De La República. Web. 24 Mar. 2015. <http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/modosycostumbres/crucahis/crucahis61.htm>.
"Historia: Documentos:Inquisición." Historia: Documentos:Inquisición. Web. 24 Mar. 2015. <http://www.mgar.net/var/inqui.htm>.









Florecimiento De la Iglesia

Las acciones de Lutero, Calvino y los anglicanos provocaron una gran revolución que motivaron una reacción en la iglesia católica. Este movimiento se conoce como la Contrarreforma y permitió que la iglesia se volviera a restaurar en Europa e iniciara su evangelización en nuevos territorios descubiertos.


El papa Pablo III convocó el Concilio de Trento que estuvo reunido desde 1545 hasta 1563 y que confirmo la doctrina tradicional de la iglesia. Esta asamblea estableció una serie de medidas tanto en el aspecto dogmático como en disciplinario.

Este concilio género cambios, que generaron el Florecimiento de la Iglesia Católica.

Este tuvo 3 acciones principales que conforman este suceso:



  • Renovación de la ordenes y surgimiento de otras órdenes.

Las órdenes mendicantes surgen en la Edad Media hacia el siglo XIII  usando dar un giro a la vida religiosa de la Iglesia católica. Las órdenes mendicantes se verán caracterizadas por un estilo de vida mixto, una mezcla entre la vida contemplativa y la vida activa. Le dieron especial importancia a la eucaristía y al oficio divino, pero ala vez a la predicación, educación y evangelización.

San Francisco de Asis fue un hombre que renuncio a todos sus bienes materiales y se dedicó a consagrar su vida a Dios bajo los votos de castidad, obediencia y pobreza. Se le unieron once hombres, que imitando su vida, viajarán a Roma donde presentarán su regla de vida y solicitarán su aprobación. Muchos monjes y obispos se negaron, sin embargo el papa Inocencio III aprobó la Orden De los Frailes Menores, siendo esta la primera orden mendicante.

Además de esta, surgen nuevas órdenes religiosas como por ejemplo:

La Compañía de Jesús (Jesuitas) en 1537. San Ignacio de Loyola , sus carisma estas entrado en la formación intelectual, la vida espiritual a través de retiros y su vocación misionera.

También, se renueva la orden de los Franciscanos con el nombre de los Capuchinos en 1525.
Santa Teresa de Jesús, por ejemplo, inició la reforma de las órdenes religiosas a través de las carmelitas, orden cuya naturaleza espiritual buscaba rendirá culto a la vida contemplativa.
Surgen los hermanos de San Juan de Dios cuyo carisma es el cuidado de los enfermos.
Surge la comunidad de los Escolapios fundada por San José  de Calasanz en 1597 cuya preocupación central está en la formación de jóvenes y señoritas en la vida intelectual y en la vida espiritual.



  • Universidades y nuevas ciencias como teología y la filosofía


Dio estatus a la vida  académica y género nuevas ciencias como la teología y la filosofía.

En el siglo  XVI y XVII aparece el derecho internacional con la figura de Francisco de Vitoria, y tomaron fuerza las universidades, especialmente en España, donde asume gran importancia la universidad de Salamanca y la universidad de Alcalá

Francisco de Vitoria fue el fundador de la universidad de Salamanca, la cual fue la primera que inició los primeros estudias sobre la ciencia económica moderna. Fue un fraile dominico, catedrático de teología y filosofía moral en su misma universidad. Enseño estas dos ciencias no sólo en España sino también en Francia. Francisco influenció mucho en desarrollo de la teología y de la filosofía.

Hoy en día, la mayoría de las universidades, especialmente en Europa, tienen la posibilidad de que las personas puedan estudiar teología y filosofía. Esto no solamente le da importancia a la intelectualidad, sino que también expande y da a conocer la historia de Dios. (Evangeliza)





  • Descubrimiento de América

El descubrimiento de América. A partir de la llegada de las primeras noticias del descubrimiento de lo que sería, los Reyes Católicos y sus sucesores comenzaron a recibir numerosas concesiones, relacionadas con el derecho de ocupación de las nuevas tierras y el dominio sobre sus habitantes, como una donación papal. Desde 1493, papas como Alejandro VI, Julio II o Adriano VI, al tiempo que les concedieron las tierras y les encomendaron su evangelización.
La evangelización de América supuso una gran expansión geográfica del cristianismo, nuevas tierras, nuevas personas pero también se da el proceso de evangelización en otras tierras como China, Japón y Filipinas, donde se destaca el impulso misionero de los jesuitas, especialmente en la figura de Francisco Javier.
El instrumento más activo de la evangelización fue la entrega total de las órdenes mendicantes, a las que más tarde se unieron los jesuitas. Las primeras órdenes en llegar a América fueron las de los franciscanos

Muchos países ahora en América, son piases católicos. Se podría decir que en la mayoría de América existe el catolicismo, y concierne, es practicado. Hoy en día, la mayoría de los países en América son más del 50% católicos y el otro porcentaje se divide en diferentes religiones.

Esto sucede después del concilio de trento y genera que la iglesia tenga una nueva visión.
Hoy en día se presenta mucho la consecuencia de estos actos, y como se ven reflejados en la vida de la iglesia.



Citas:

"Evangelización En América." Evangelización En América. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015.
"Anexo:Iglesia Católica Por País." - Wikipedia, La Enciclopedia Libre. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015.
"Orden Mendicante." - Wikipedia, La Enciclopedia Libre. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015.
"Concilio De Trento. - REFORMA Y CONTRAREFORMA." Concilio De Trento. - REFORMA Y CONTRAREFORMA. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015.
"Evangelización En América." - Wikipedia, La Enciclopedia Libre. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015.








lunes, 23 de marzo de 2015

Concilio Vaticano I

Concilio Vaticano I

Tras la época de la Ilustración (1649-1688) que conllevo al racionalismo y la época de la revolución Francesa (1789-1799) la cual conllevo al galicanismo. Alrededor de unos 100 años después, alrededor de 1867 el Papa pio IX decide convocar un concilio en la ciudad del vaticano. Este es el primer concilio celebrado en la ciudad del Vaticano,  por lo que es conocido como el Concilio Vaticano I (primero). Este concilio es principalmente convocado para evaluar el proceder de la iglesia y analizar la situación frente a los pensamientos tanto del racionalismo como del galicanismo.

Racionalismo: razón=luz y conocimiento=felicidad. Esto hacia principalmente referencia a los pensamientos o ideales salientes de la época de la ilustración que lo que básicamente se quería, era poder ver para creer y entender entonces al momento de entender se conocía y esto llevaba a la felicidad y cuando se veía, esto demostraba o daba razón lo cual llevaba a la luz.

Galicanismo: Esta ideología nació tras la revolución francesa y lo que principalmente se buscaba o la base de esta idea fue que el rey quería tener autoridad, poder, sobre las decisiones del Papa y por ende principalmente de la Iglesia
.
El Concilio Vaticano I tuvo cuatro sesiones y estas se dividieron de la siguiente manera:
Sesión numero 1: Fue celebrada el 8 de Diciembre de 1869 con el decreto de apertura del mismo.
Sesión numero 2: Fue celebrada el 6 de Enero de 1870 con la profesión de fe.
Sesión numero 3: Fue celebrada el 24 de Abril de 1870 y en esta fecha se concluyo con la aprobación de la constitución dogmatica Dei Filius de acuerdo con la fe católica.
Sesión numero 4: Fue celebrada el 18 de julio de 1870 concluyendo con la aprobación de la constitución dogmatica, teniendo como resultado la declaración como dogma la infalibilidad del Papa.
Dei filius: Este se compone de un prólogo, el cual resume los principales errores surgidos tras el Concilio de Trento, el racionalismo, el panteísmo, el materialismo y el ateísmo.
Como principales conclusiones del Concilio Vaticano I resultaron las siguientes:
1.       El dogma de la infalibilidad del Papa.
2.       El dogma de la inmaculada concepción
3.       Los pensamientos o puntos de vista frente al racionalismo y al galicanismo.
Con estos se hace referencia primero a el dogma de la infalibilidad del Papa, es decir que las decisiones y la manera de proceder del Papa tenían que ser respetadas ya que él estaba asistido por Dios; Dios lo guiaba. Esto está directamente relacionado con la santísima trinidad, ya que el Papa tenía los poderes y la guía de cómo bien lo cita la santísima trinidad de Dios como padre, como hijo y como espíritu santo.

Segundo a el dogma de la inmaculada concepción, es decir la forma de enseñar de cómo por una gracia especial de Dios, La Virgen Maria fue preservada de todo pecado desde su concepción, es decir desde que Dios la eligió y el mismo se infundio en su vientre.

Tercero los pensamientos o puntos de vista de la Iglesia en relación con el racionalismo y el galicanismo, es decir que la Iglesia analizo los pensamientos de estas dos “teorías” y las tomo abiertamente haciendo así una reflexión profunda frente a la manera de enseñar, a su manera de proceder y demás asuntos criticados tanto por el racionalismo y el galicanismo. Únicamente plateando estos cambios desde la fe que es uno de los pilares de la Iglesia Católica.


Para concluir se puede decir que estas tres conclusiones y en si el Concilio Vaticano I afectaron o cambiaron la Iglesia de alguna manera y lo podemos ver actualmente tomando como ejemplo la infalibilidad del Papa, hoy en día el Papa es infalible, es respetado, aclamado, querido, visto como una divinidad y la máxima autoridad y representación de Dios en la tierra. Por lo que sus decisiones se respetan y tiene cierto poder. También con las conclusiones de la Iglesia en cuanto a el racionalismo y galicanismo. Lo que la Iglesia hizo de tomar estas críticas o puntos de vista para reflexionar sobre sus enseñanzas y su proceder, permitió que hoy en día mucha más gente tenga fe, sea más creyente, que no hayan grupos tan marcados como por ejemplo el racionalismo que digan que hasta que no vean, no van a creer. Por último la inmaculada concepción hoy en día nos permite ver a La Virgen Maria como una figura divina, respetada y ver el valor y la responsabilidad que tuvo al ser la madre de Dios.

Citas


"El Dogma De La Inmaculada Concepción." El Dogma De La Inmaculada Concepción. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://webcatolicodejavier.org/dogmainmac.html>
"Dei Filius." - Wikipedia, La Enciclopedia Libre. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://es.wikipedia.org/wiki/Dei_Filius>
"Concilio Vaticano I." - Wikipedia, La Enciclopedia Libre. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://es.wikipedia.org/wiki/Concilio_Vaticano_I>






Herejías de los Tiempos Modernos


Racionalismo:
El Racionalismo nace desde la Ilustración. La Ilustración fue un movimiento  cultural e intelectual en el cual se promovió el uso de la razón como elemento fundamental para el progreso y la felicidad del hombre. Hubo un cambio social importante en que la razón se volvió esencial en la vida del ser humano  y se paso del teocentrismo al androcentrismo.  El teocentrismo se puede definir como el pensamiento o ideología que sostiene que Dios es el centro del universo y lo rige todo, incluyendo el comportamiento humano. En cambio el androcentrismo es el pensamiento que dice que el ser humano es el centro de todo.

Este periodo de tiempo en el que la razón domino el comportamiento humano estuvo acompañado de grandes genios en todas las áreas de estudio o artes. Filósofos como Isaac Newton, John Locke, Voltaire, Francis Bacón y René Descartes. Fue un tiempo en el que hubo grandes avances  en todos los campos académicos, entre los más esenciales la ciencia, la matemática, la filosofía y más. Además de estos avances se encontraron grandes progresos en la sociedad y su mentalidad. Filósofos como Locke, Bacón y Hobbes empezaron a mostrar la importancia de los derechos individuales , la idea de ir en contra del abuso de poder y la importancia de la democracia y verdadera representación del pueblo en los gobiernos. Sin embargo, si bien estos ideales democráticos empezaron a surgir el absolutismo reinaba en Europa y esto no cambio durante mucho tiempo.

John Locke fue uno de las primeras grandes mentes en cuestionar la relación entre la Iglesia y el Estado.  Durante la Ilustración surgieron grandes oposiciones a la Iglesia. Se empezó a pensar que la Iglesia y el Estado y esa relación que mantenían eran el ejemplo del oscurantismo medieval y que era lo único que estaba evitando grandes progresos sociales y académicos. El racionalismo empezó a generar grandes problemas para la Iglesia. Racionalistas, personas que creían en que la razón primero que toda y en la manera de explicar todo lo que está alrededor, se encontraron en grandes disputas en contra de la Iglesia.  Cada vez se encontraron mas y mas teorías que se alejaban de la Iglesia.

El problema es que si bien la Iglesia entro en grandes disputas en contra de los racionalistas algunos de ellos eran grandes creyentes intentando entender la grandes obras de Dios. Por ejemplo, una de las grandes frases de René Descartes, considerado el creador del Racionalismo es "Debemos creer todo o que Dios ha revelado, aunque pueda superar el alcance de nuestras facultades." La Iglesia consideraba que la ciencia debe estar al servicio del hombre y la fe debe ser la fortaleza del hombre siempre y cuando no llegue a cuestionar la fe ni ningún principio dogmatico. El problema es que este movimiento empezó a cuestionar muchos principios dogmaticos lo que llevo que el papa Pio IX lo condenara en el Syllabus en 1864.

El racionalismo, aunque es considerado una herejía, es cierto que este movimiento ha llevado a la Iglesia a revisar varios aspectos dentro de ella durante toda la historia. Por ejemplo, el mismo pensamiento de que el papa puede equivocarse, no es infalible, por el hecho de que es un ser humano llevo a la conclusión mas importante del Concilio Vaticano que dice que el papa es infalible en cuestiones dogmaticas mas no doctrinales.

El racionalismo ha tenido un gran impacto durante toda la historia en la Iglesia, como ya se vio ha hecho que la Iglesia revise muchas de sus formas de actuar y en cuestiones doctrinales, al igual que le ha dado la oportunidad de ratificar muchas de sus posiciones y tomar posición sobre muchas de las críticas hechas a ella.  

Hoy en día como ya se ha dicho varias veces el racionalismo tuvo grandes impactos en la Iglesia de hoy.  Además en este momento la razón y la fe en ningún momento entran en una gran disputa. Ahora se entiende que la razón puede de alguna manera llegar a explicar muchas cosas plasmadas por la Iglesia. Es decir que la razón es una gran herramienta que debe estar al servicio del hombre pero está muy claro que nunca debe cuestionar los principios de fe de la Iglesia y en ningún momento tratar de explicar cualquiera de estos principios a la luz de la razón por el simple hecho de que van mas allá y que deben ser vistos con ojos de fe para poder entenderlos.

Modernismo:
El modernismo se cree que nació alrededor del siglo IX sin embargo, muchos dicen que este movimiento o ideología viene desde el nacimiento del racionalismo. El modernismo básicamente sostiene que la Iglesia y sus dogmas son instituciones humanas siempre abiertas a reformas y viéndolo siempre con ojos de razón.  Que la experiencia de Dios debe ser algo interno y completamente psicológico para poder entenderlo con la cabeza. O que Dios debe ser experimentable y que debe ser experimentable con el cuerpo es decir que uno debe poder ver, escuchar y tocar a Dios para creer en El. Se piensa que vino desde el racionalismo por esa misma tendencia de querer entender las cosas más hacia la luz de la razón sin tener en cuenta la fe. La fe es creer sin ver y esto es lo que más cuestiona el modernismo, uno debe poder tener contacto físico con Dios para poder afirmar que existe y sino, simplemente es un comportamiento psicológico del ser humano.

Una de las imágenes más importantes del modernismo que ayuda a explicar mucho de lo que se trata es esta.  Esta titulada como "El descenso de los modernistas hacia el ateísmo" y fue hecha por E.J. Peace publicada en su libro Christian Cartoons.  Al principio se ve un hombre nuevo, a la luz de la fe y con ropa nueva. A medida de que el hombre va bajando por las escaleras que muestran lo que establece el modernismo poco a poco va cayendo a las tinieblas del ateísmo y se vuelve un hombre viejo y desgastado.

El modernismo es claramente una herejía porque niega muchos principios dogmaticos pero uno de los grandes problemas que presenta el modernismo es que todavía existe y es bastante común en el mundo de hoy. Mucha gente empieza a negar los dogmas católicos por la necesidad de ver para creer o la simple creencia de que la religión es algo que explicado a la luz de la razón es algo psicológico expuesto en las mentes de algunos seres humanos esto lleva a mucha gente a llegar al ateísmo. El modernismo niega:

La inspiración divina y la inefabilidad de las Sagradas Escrituras.

La creación del hombre a imagen y semejanza de Dios.

La existencia de los milagros.

El milagro del nacimiento virginal de Jesús.

La divinidad de Jesús.

El hecho de que Jesús murió para salvarnos y para liberarnos del pecado original.

La resurrección de Jesús.

El Papa Pio X condeno el modernismo en la encíclica de Pascendi Dominici en 1907. El benedictino alemán Anselm Grun dijo una frase que se cree que es muy representativa de la ideología del modernismo "La experiencia de Dios se hace a través del cuerpo".  La solo idea de que Dios se puede experimentar es llamativo además que el hecho que es experimentable a través del cuerpo es aun mas. La Iglesia Católica siempre ha dicho que a Dios solo se le puede tener acceso por medio de la fe y desde esta. Se establece que "a Dios nadie jamás lo vio" y quien realmente no o revelo fue Jesús sin embargo siempre se tendrá que vivir a Dios por medio de la fe nunca a través del cuerpo.

Marxismo:

El marxismo es un movimiento político, económico, social, filosófico que está basado en lo propuesto por Karl Marx y Friedrich Engels. Friedrich Engels fue un filosofo revolucionario alemán compañero por mucho tiempo del gran Karl Marx. Fue coautor de una de las piezas más importantes escritas por Marx, El Manifestó del Partido Comunista, y además aporto mucho a la corriente socialista creada por el marxismo. Karl Marx fue un filosofo que introdujo muchos sistemas económicos al igual que ideologías sociales que se denominarían como el marxismo sustentadas por el socialismo y criticando gravemente el capitalismo.

Como muchos podrán saber el marxismo se basaba en una creencia y ideología socialista proponiendo grandes cambios especialmente económicos que también influirían en lo político, social y demás. Grandes teorías económicas salieron de la mente de Marx basándose en los economistas más importantes de su época tales como el gran Adam Smith. Al igual que Smith, Marx concluyo que los ingresos en el capitalismo es el dinero producido por los trabajadores y no pagado en los salarios. Esto lo llamaría como la teoría de la explotación, la cual desarrollo en su obra más importante, El Capital. El marxismo usa la economía para ver y entender muchos comportamientos sociales. La mayoría del marxismo se basa en la idea de que el trabajo era el mismísimo origen de la riqueza y el trabajo no pagado era el origen del Capitalismo.

El marxismo es básicamente una gran critica al Capitalismo y lo refuta proponiendo el socialismo marxista como solución. A diferencia de lo que muchos socialistas han planteado, de que el problema del capitalismo es la propiedad privada Marx y Engels plantean algo diferente.   Lo que plantean es la abolición del sistema de propiedad burguesa a lo que se refiere con el gran problema social y económico es creado por la burguesía, a la que define como la clase social dueña de los medios de producción y su riqueza viene de la administración intelectual . Ellos proponen que la burguesía era el verdadero problema ya que corrompía las instituciones con el fin de acumular capital.

El marxismo no va en contra de la Iglesia Católica como tal, sino que va en contra de la religión en sí.  El marxismo plantea que la región es un freno para el progreso, creada por la imaginación del ser humano para darle una explicación lógica y una orientación a todas las ilusiones y esperanzas humanas. Una de las frases más importantes de Marx al respecto fe "El fundamento de la crítica irreligiosa es: el ser humano hace la religión, la religión no hace al ser humano." Esta frase lógicamente ha hecho cuestionar a muchas personas como sus creencias ya que al final se puede pensar que sin el ser humano la religión no existiría. Además cuando Marx dice que "la religión es el opio del pueblo" se refiere a que la religión es ese anestésico  creado y necesitado por la sociedad para comprender la alineación social y aceptar sus condiciones materiales. Esto se debe a que la religión siempre ha establecido que no importa la condición económica del ser humano para legar al cielo.

Lo que propuso el marxismo para ir en contra de la religión fue:

Denunciar la ilusión: Esto significa que se intentaría explicar lógicamente todo lo establecido por la Iglesia.  Además se estudiaría la biblia para encontrar contradicciones  y inconsistencias en las escrituras mientras se explica porque el ser humano creo la idea de un dios al igual que todo lo que establece la religión.

Supresión de la miseria económica: Mientras se pretendería acabar con las nociones del cielo y el pecado se atacaría la idea de que el pobre es el más cercano a Dios al igual que el que tiene un puesto en la tierra porque el ser humano tiene que trabajar y ganar dinero para poder cumplir con su misión en la tierra.

El marxismo domino hasta la caída del muro de Berlín. Sin embargo, el marxismo dejo grandes influencias que se pueden seguir viendo en el mundo y que perdiera el auge que tenia no significa que el marxismo se haya acabado. Hoy en día ideas del marxismo se ven en grandes gobiernos y mucha gente sigue defendiendo al socialismo como solución a muchos problemas económicos y sociales.


Citas:

"Herejias: Racionalismo." Herejias: Racionalismo. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://herejias-tiempos-modernos.blogspot.com/p/racionalismo_17.html>
"¿Qué Significa Androcentrismo?" ¿Qué Significa Androcentrismo? N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1600>
Harlan, Crystal. "¿Qué Es El Teocentrismo?" N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://literatura.about.com/od/terminosliterarios/g/Teocentrismo.htm>
"René Descartes." Frases De Ren? Descartes. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=291>
"El Modernismo (Teológico) Se Ha Impuesto Como Sentido Común." Catholic.net. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015.  <http://es.catholic.net/op/articulos/13368/el-modernismo-teolgico-se-ha-impuesto-como-sentido-comn.html>
"Pío X, Encíclica Pascendi (08/09/1907)." Pío X, Encíclica Pascendi (08/09/1907). N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://w2.vatican.va/content/pius-x/es/encyclicals/documents/hf_p-x_enc_19070908_pascendi-dominici-gregis.html>

"Herejias: Marxismo." Herejias: Marxismo. N.p., n.d. Web. 23 Mar. 2015. <http://herejias-tiempos-modernos.blogspot.com/p/marxismo-el-marxismo-considera-que-la.html>

domingo, 22 de marzo de 2015

*Datos de Interes Sobre el Concilio Vaticano II

MENSAJES DEL CONCILIO A LA HUMANIDAD- 1965


Estos son los mensajes del Concilio a la humanidad, escritos en 1965. 
(Fuente: "MENSAJES." MENSAJES. Web. 22 Mar. 2015. <http://www.mercaba.org/CONCILIOS/VAT-II/pagina_n54.htm>.)


Venerables hermanos:
La hora de la partida y de la dispersión ha sonado. Ahora debéis abandonar la asamblea conciliar para ir al encuentro de la humanidad a difundir la buena nueva del Evangelio de Cristo y de la renovación de su Iglesia, por la que nosotros hemos trabajado juntos desde hacía cuatro años.
Momento único éste, de una significación y de una riqueza incomparables. En esta asamblea universal, en este momento privilegiado en el tiempo y en el espacio, convergen a la vez el pasado, el presente y el porvenir. El pasado, porque está aquí reunida la Iglesia de Cristo, con su tradición, su historia, sus concilios, sus doctores, sus santos. El presente, porque abandonamos Roma para ir al mundo de hoy, con sus miserias, sus dolores, sus pecados, pero también con los prodigios conseguidos, sus valores, sus virtudes. El porvenir está allí, en fin, en el llamamiento imperioso de los pueblos para una mayor justicia, en su voluntad de paz, en su sed, consciente o inconsciente, de una vida más elevada; esto es precisamente lo que la Iglesia de Cristo puede y debe dar a los pueblos.
Nos parece escuchar por todo el mundo un inmenso y confuso clamor, la pregunta de todos los que miran al Concilio y nos preguntan con ansiedad: "¿No tenéis una palabra que decirnos... a nosotros los gobernantes, a nosotros los intelectuales, los trabajadores, los artistas; a nosotras las mujeres, a nosotros los jóvenes, a nosotros los enfermos y los pobres?".
Estas voces implorantes no quedarán sin respuesta. Para todas las categorías humanas ha trabajado el Concilio durante estos cuatro años. Para todas ellas ha elaborado esta constitución de la Iglesia en el mundo de hoy que Nos hemos promulgado ayer en medio de los entusiastas aplausos de la asamblea.
De nuestra larga meditación sobre Cristo y su Iglesia debe brotar en este instante una primera palabra anunciadora de paz y de salvación para las multitudes que esperan. El Concilio, antes de terminarse, debe llevar a cabo una función profética y traducir en breves mensajes y en un idioma más fácilmente accesible a todos la "buena nueva" que ha elaborado para el mundo y que algunos de sus más autorizados intérpretes van a dirigir de ahora en adelante, en vuestro nombre, a la humanidad entera.


1. A LOS GOBERNANTES
En este instante solemne, nosotros, los Padres del XXI Concilio Ecuménico de la Iglesia católica, a punto ya de dispersarnos después de cuatro años de plegarias y trabajos, con plena conciencia de nuestra misión hacia la humanidad, nos dirigimos, con deferencia y confianza, a aquellos que tienen en sus manos los destinos de los hombres sobre esta tierra, a todos los depositarios del poder temporal.
Lo proclamamos en alto: honramos vuestra autoridad y vuestra soberanía, respetamos vuestras funciones, reconocemos vuestras leyes justas, estimamos a los que las hacen y a los que las aplican. Pero tenemos una palabra sacrosanta que deciros: sólo Dios es grande. Sólo Dios es el principio y el fin. Sólo Dios es la fuente de vuestra autoridad y el fundamento de vuestras leyes.
A vosotros corresponde ser sobre la tierra los promotores del orden y de la paz entre los hombres. Pero no lo olvidéis: es Dios, el Dios vivo y verdadero, el que es Padre de los hombres, y es Cristo, su Hijo eterno, quien ha venido a decírnoslo y a enseñarnos que todos somos hermanos. El es el gran artesano del orden y la paz sobre la tierra, porque es El quien conduce la historia humana y el único que puede inclinar los corazones a renunciar a las malas pasiones que engendran la guerra y la desgracia.
Es El quien bendice el pan de la humanidad, el que santifica su trabajo y su sufrimiento, el que le da gozos que vosotros no le podéis dar, y la reconforta en sus dolores, que vosotros no podéis consolar.
En vuestra ciudad terrestre y temporal construye Él misteriosamente su ciudad espiritual y eterna: su Iglesia. ¿Y qué pide ella de vosotros, esa Iglesia, después de casi dos mil años de vicisitudes de todas clases en sus relaciones con vosotros, las potencias de la tierra, qué os pide hoy? Os lo dice en uno de los textos de mayor importancia de su Concilio; no os pide más que la libertad. La libertad de creer y de predicar su fe. La libertad de amar a su Dios y servirlo. La libertad de vivir y de llevar a los hombres su mensaje de vida. No le temáis: es la imagen de su Maestro, cuya acción misteriosa no usurpa vuestras prerrogativas, pero que salva todo lo humano de su fatal caducidad, lo transfigura, lo llena de esperanza, de verdad, de belleza.
Dejad que Cristo ejerza esa acción purificante sobre la sociedad. No lo crucifiquéis de nuevo; esto sería sacrilegio, porque es Hijo de Dios; sería un suicidio, porque es Hijo del hombre. Y a nosotros, sus humildes ministros, dejadnos extender por todas partes sin trabas la buena nueva del Evangelio de la paz, que hemos meditado en este Concilio. Vuestros pueblos serán los primeros beneficiados porque la Iglesia forma para vosotros ciudadanos leales, amigos de la paz social y del progreso.
En este día solemne en que clausura su XXI Concilio Ecuménico, la Iglesia os ofrece por nuestra voz su amistad, sus servicios, sus energías espirituales y morales. Os dirige a vosotros, todos, un mensaje de saludo y de bendición. Acogedlo como ella os lo ofrece, con un corazón alegre y sincero, y transmitirlo a todos vuestros pueblos.

2. A LOS INTELECTUALES Y A LOS HOMBRE DE CIENCIA
Un saludo especial para vosotros, los buscadores de la verdad, a vosotros los hombres del pensamiento y de la ciencia, los exploradores del hombre, del universo y de la historia; a todos vosotros, los peregrinos en marcha hacia la luz, y a todos aquellos que se han parado en el camino, fatigados y decepcionados por una vana búsqueda.
¿Por qué un saludo especial para vosotros? Porque todos nosotros aquí, Obispos, Padres conciliares, nosotros estamos a la escucha de la verdad. Nuestros esfuerzo durante estos cuatro años, ¿qué ha sido sino una búsqueda más atenta y una profundización del mensaje de verdad confiado a la Iglesia y un esfuerzo de docilidad más perfecto al espíritu de verdad?
No podíamos, por tanto, dejar de encontraros. Vuestro camino es el nuestro. Vuestros senderos no son nunca extraños a los nuestros. Nosotros somos los amigos de vuestra vocación de investigadores, los aliados de vuestras fatigas, los admiradores de vuestras conquistas y, si es necesario, lo consoladores de vuestros descorazonamientos y fracasos.
También para vosotros tenemos un mensaje, y es éste: continuad, continuad buscando sin desesperar jamás de la verdad. Recordad la palabra de uno de vuestros grandes amigos, san Agustín: "Buscamos con el afán de encontrar y encontramos con el deseo de buscar aún más". Felices los que poseyendo la verdad la buscan aún, con el fin de renovarla, profundizar en ella y ofrecerla a los demás. Felices los que no habiéndola encontrado caminan hacia ella con un corazón sincero; ellos buscan la luz de mañana con la luz de hoy, hasta la plenitud de la luz.
Pero no olvidéis: si pensar es una gran cosa, pensar, ante todo, es un deber; desdichado aquel que cierra voluntariamente los ojos a la luz. Pensar es también una responsabilidad: ¡Ay de aquellos que obscurecen el espíritu por miles de artificios que lo deprimen, lo enorgullecen, lo engañan , lo deforman! ¿Cuál es el principio básico para los hombres de ciencia sino esforzarse en pensar rectamente?
Por esto, sin turbar vuestros pasos, sin ofuscar vuestras miradas, queremos ofreceros la luz de nuestra lámpara misteriosa: la fe. El que nos la confió es el Maestro soberano del pensamiento, del cual nosotros somos los humildes discípulos; el único que dijo y pudo decir: "Yo soy la luz del mundo, yo soy el Camino y la Verdad y la Vida."
Esta palabra se aplica a vosotros. Nunca, quizá, gracias a Dios, ha parecido tan clara como hoy la posibilidad de un profundo acuerdo entre la verdadera ciencia y la verdadera fe, sirvientes una y otra de la única verdad. No impidáis este preciado encuentro. Tened confianza en la fe, esa gran amiga de la inteligencia. Alumbraos en su luz para descubrir la verdad, toda la verdad. Tal es el saludo, el ánimo, la esperanza que os expresan, antes de separarse, los Padres del mundo entero, reunidos en Roma en Concilio.

3. A LOS ARTISTAS
A vosotros todos, artistas, que estáis prendados de la belleza y que trabajáis por ella; poetas y gentes de letras, pintores, escultores, arquitectos, músicos, hombres de teatro y cineastas... A todos vosotros, la Iglesia del Concilio dice, por medio de nuestras voz: Si sois los amigos del arte verdadero, vosotros sois nuestros amigos.
La Iglesia está aliada desde hace tiempo con vosotros. Vosotros habéis construido y decorado sus templos, celebrado sus dogmas, enriquecido su liturgia. Vosotros habéis ayudado a traducir su divino mensaje en la lengua de las formas y las figuras, convirtiendo en visible el mundo invisible.
Hoy, como ayer, la Iglesia os necesita y se vuelve hacia vosotros. Ella os dice, por medio de nuestra voz: No permitáis que se rompa una alianza fecunda entre todos. No rehuséis el poner vuestro talento al servicio de la verdad divina. No cerréis vuestro espíritu al soplo del Espíritu Santo.
Este mundo en que vivimos tiene necesidad de la belleza para no caer en la desesperanza. La belleza, como la verdad, pone alegría en el corazón de los hombres; es el fruto precioso que resiste la usura del tiempo, que une las generaciones y las hace comunicarse en la admiración. Y todo ello está en vuestras manos.
Que estas manos sean puras y desinteresadas. Recordad que sois los guardianes de la belleza en el mundo, que esto baste para libraros de placeres efímeros y sin verdadero valor, así como de la búsqueda de expresiones extrañas o desagradables.
Sed siempre y en todo lugar dignos de vuestro ideal y seréis dignos de la Iglesia, que por nuestra voz os dirige en este día su mensaje de amistad, de salvación, de gracia y de bendición.

4. A LAS MUJERES
Y ahora es a vosotras a las que nos dirigimos, mujeres de todas las condiciones, hijas, esposas, madres y viudas; a vosotras también, vírgenes consagradas y mujeres solteras. Sois la mitad de la inmensa familia humana.
La Iglesia está orgullosa, vosotras lo sabéis de haber elevado y liberado a la mujer, de haber hecho resplandecer, en el curso de los siglos, en la diversidad de sus caracteres, su innata igualdad con el hombre.
Pero llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer llega a su plenitud, la hora en que la mujer ha adquirido en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzado hasta ahora.
Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a la humanidad a no degenerar.
Vosotras, las mujeres, tenéis siempre como misión la guardia del hogar, el amor a las fuentes de la vida, el sentido de la cuna. Estáis presentes en el misterio de la vida que comienza. Consoláis en la partida de la muerte. Nuestra técnica lleva el riesgo de convertirse en inhumana. Reconciliad a los hombres con la vida. Y, sobre todo, velad, os lo suplicamos, por el porvenir de nuestra especie. Detened la mano del hombre que en un momento de locura intentase destruir la civilización humana.
Esposas, madres de familia, primeras educadoras del género humano en el secreto de los hogares, transmitid a vuestros hijos y a vuestras hijas las tradiciones de vuestros padres, al mismo tiempo que los preparáis para el porvenir insondable. Acordaos siempre de que una madre pertenece, por sus hijos, a ese porvenir que ella no verá probablemente.
Y vosotras también, mujeres solteras, sabed que podéis cumplir toda vuestra vocación de entrega. La sociedad os llama por todas partes. Y las mismas familias no pueden vivir sin la ayuda de aquellas que no tienen familia.
Vosotras, sobre todo, vírgenes consagradas, en un mundo donde el egoísmo y la búsqueda de placeres quisieran hacer la ley, sed guardianas de la pureza, del desinterés, de la piedad. Jesús, que dio al amor conyugal toda su plenitud, exaltó también el renunciamiento a ese amor humano cuando se hace por el amor infinito y por el servicio a todos.
Mujeres que sufrís, en fin, que os mantenéis firmes bajo la cruz a imagen de María; vosotras, que tan a menudo, en el curso de la historia, habéis dado a los hombres la fuerza para luchar hasta el fin, para dar testimonio hasta el martirio, ayudadlos una vez más a guardar la audacia de las grandes empresas, al mismo tiempo que la paciencia y el sentido de los comienzos humildes.
Mujeres, vosotras que sabéis hacer la verdad dulce, tierna, accesible, dedicaos a hacer penetrar el espíritu de este Concilio en las instituciones, escuelas, hogares y en la vida de cada día.
Mujeres del universo todo, cristianas o no creyentes, a vosotras, que os está confiada la vida, en este momento tan grave de la historia, vosotras debéis salvar la paz del mundo.

5. A LOS TRABAJADORES
A lo largo del Concilio, nosotros los Obispos católicos de los cinco continentes, hemos reflexionado conjuntamente, entre muchos temas, respecto de las graves cuestiones que plantean a la conciencia de la humanidad las condiciones económicas y sociales del mundo contemporáneo, la coexistencia de las naciones, el problema de los armamentos, de la guerra y de la paz. Y somos plenamente conscientes de la repercusión que la solución dada a estos problemas puede tener sobre la vida concreta de los trabajadores y de las trabajadoras del mundo entero. También deseamos, al término de nuestras deliberaciones, dirigirles a todos ellos un mensaje de confianza, de paz y de amistad.
Hijos muy queridos: estad seguros, desde luego, de que la Iglesia conoce vuestros sufrimientos, vuestras luchas, vuestras esperanzas; de que aprecia altamente las virtudes que ennoblecen vuestras almas: el valor, la dedicación, la conciencia profesional, el amor de la justicia; que reconoce plenamente los inmensos servicios que cada uno en su puesto, y en los puestos frecuentemente más oscuros y menos apreciados, hacéis al conjunto de la sociedad. La Iglesia se siente muy contenta por ello, y por nuestra voz os lo agradece.
En estos últimos años, la Iglesia, no ha dejado de tener presentes en su espíritu los problemas, de complejidad creciente sin cesar, del mundo del trabajo. Y el eco que han encontrado en vuestras filas las recientes encíclicas pontificias ha demostrado cómo el alma del trabajador de nuestro tiempo marcha de acuerdo con la de sus más altos jefes espirituales.
El que enriqueció el patrimonio de la Iglesia con esos mensajes incomparables, el Papa Juan XXIII, supo encontrar el camino hacia vuestro corazón. Mostró claramente en su persona todo el amor de la Iglesia por los trabajadores, así como también por la justicia, la libertad, la caridad, sobre las que se funda la paz en el mundo.
De este amor de la Iglesia hacia vosotros, los trabajadores, queremos, también por nuestra parte, ser testigos cerca de vosotros y os decimos con toda la convicción de nuestras almas: la Iglesia es amiga vuestra. Tened confianza en ella. Tristes equívocos en el pasado mantuvieron durante largo tiempo la desconfianza y la incomprensión entre Iglesia y la clase obrera, y sufrieron la una y la otra. Hoy ha sonado la hora de la reconciliación, y la Iglesia del Concilio os invita a celebrarla sin reservas mentales.
La Iglesia busca siempre el modo de comprenderos mejor. Pero vosotros debéis tratar de comprender lo que es la Iglesia para vosotros, los trabajadores, que sois los principales artífices de las prodigiosas transformaciones que el mundo conoce hoy, pues bien, sabéis que si no les anima un potente soplo espiritual harán la desgracia de la humanidad en lugar de hacer su felicidad. No es el odio lo que salva al mundo, no es sólo el pan de la tierra lo que puede saciar el hambre del hombre.
Así, pues, recibid el mensaje de la Iglesia. Recibid la fe que os ofrece para iluminar vuestro camino; es la fe del sucesor de Pedro y de los dos mil Obispos reunidos en Concilio, es la fe de todo el pueblo cristiano. Que ella os ilumine. Que ella os guíe. Que ella os haga conocer a Jesucristo, vuestro compañero de trabajo, el Señor, el Salvador de toda la humanidad.

6. A LOS POBRES, ENFERMOS Y A TODOS LOS QUE SUFREN
Para todos vosotros, hermanos que sufrís, visitados por el dolor en sus diferentes modos, el Concilio tiene un mensaje muy especial. Siente vuestros ojos fijos sobre él, brillantes por la fiebre o abatidos por la fatiga; miradas interrogantes que buscan en vano el porqué del sufrimiento humano y que se preguntan ansiosamente cuándo y de dónde vendrá el consuelo.
Hermanos muy queridos: nosotros sentimos profundamente en nuestros corazones de padres y pastores vuestros gemidos y lamentos. Y nuestra pena aumenta al pensar que no está en nuestro poder el concederos la salud corporal, ni tampoco la disminución de vuestros dolores físicos, que médicos, enfermeros y todos los que se consagran a los enfermos se esfuerzan en aliviar.
Pero tenemos una cosa más profunda y más preciosa que ofreceros, la única verdad capaz de responder al misterio del sufrimiento y de daros un alivio sin engaño: la fe y la unión al Varón de dolores, a Cristo, Hijo de Dios, crucificado por nuestros pecados y nuestra salvación. Cristo no suprimió el sufrimiento y, al mismo tiempo, ni quiso desvelarnos enteramente el misterio, El lo tomó sobre sí y eso es bastante para que nosotros comprendamos todo su valor.
¡Oh vosotros, que sentís más el peso de la cruz! Vosotros, que sois pobres y desamparados, los que lloráis, los perseguidos por la justicia; vosotros, los pacientes desconocidos, tened ánimo; vosotros sois los preferidos del reino de Dios, el reino de la esperanza, de la bondad y de la vida; vosotros sois los hermanos de Cristo paciente y con El, si queréis, salváis al mundo.
He aquí la ciencia cristiana del dolor, la única que da la paz. Sabed que vosotros no estáis solos, ni separados, ni abandonados, ni inútiles; vosotros sois los llamados de Cristo, su viviente y transparente imagen. En su nombre, el Concilio os saluda con amor, os da las gracias, os asegura la amistad y la asistencia de la Iglesia y os bendice.

7. A LOS JOVENES
Finalmente, es a vosotros, jóvenes del mundo entero, a quienes el Concilio va a dirigir su último mensaje. Porque sois vosotros los que tenéis que recibir la antorcha de las manos de vuestros mayores y viviréis en el mundo en el momento de las mayores transformaciones de su historia. Sois vosotros los que, recogiendo lo mejor del ejemplo y de las enseñanzas de vuestros padres y maestros, vais a formar la sociedad de mañana; os salvaréis o pereceréis con ella.
La Iglesia, durante cuatro años, ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para responder mejor a los designios de su Fundador, el gran viviente, Cristo, eternamente joven. Al final de esa impresionante "revisión de vida" se vuelve a vosotros; es para vosotros, los jóvenes, sobre todo para vosotros, que acaba de alumbrar en su Concilio una luz, una luz que alumbrará el porvenir, vuestro porvenir.
La Iglesia está preocupada porque esa sociedad que vais a constituir respete la dignidad, la libertad, el derecho de las personas, y esas personas son las vuestras.
Está preocupada, sobre todo, porque esa sociedad deje expandir sus tesoros antiguos y siempre nuevos, la fe, y que vuestras almas se puedan sumergir libremente en su bienhechoras claridades. Tiene confianza en que encontraréis tal fuerza y tal gozo que no estaréis tentados, como algunos de vuestros mayores, a ceder a las filosofías del egoísmo o del placer, o a aquellas otras de la desesperanza y de la negación, y que frente al ateísmo, fenómeno de laxitud y de vejez, sabréis afirmar vuestra fe en la vida y en lo que da un sentido a la vida; la certidumbre de la existencia de un Dios justo y bueno.
En nombre de este Dios y de su Hijo Jesús, os exhortamos a ensanchar vuestros corazones a las dimensiones del mundo, a escuchar la llamada de vuestros hermanos y a poner ardorosamente a su servicio vuestras energías. Jóvenes, luchad contra todo egoísmo, negaos a dar libre curso a vuestros instintos de violencia y de odio, que engendran las guerras y su cortejo de males. Sed generosos, puros, respetuosos, sinceros y edificad con entusiasmo un mundo mejor que el de vuestros mayores.

La Iglesia os mira con confianza y amor. Rica en un largo pasado, siempre vivo en ella, y marchando hacia la perfección humana en el tiempo y hacia los objetivos últimos de la historia y de la vida, es la verdadera juventud del mundo. Posee lo que es la fuerza y el encanto de la juventud; la facultad de reunirse a lo que comienza, de darse sin recompensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas. Miradla y veréis en ella el rostro de Cristo, el héroe verdadero, humilde y sabio, el Profeta de la verdad y del amor, el compañero y amigo de los jóvenes. Es en nombre de Cristo que os saludamos, que os exhortamos y os bendecimos.